Kata`s Place

lunes, septiembre 18, 2006

El pan llegó a conquistar la antigua monarquía de la arepa.

Por: Catalina González López.

Hoy día es inevitable no sucumbir al aroma del pan fresco y más aún cuando barrios tan tradicionales de Medellín como Laureles, Belén o Simón Bolívar, tienen como vecinas a las nuevas “fabricas” de pan, que ocupan esquinas enteras y exhiben cuanta variedad de repostería y panadería existe.

¿A quién no se le antoja pan recién salido del horno a la hora del desayuno?, o ¿quién, al pasar por una de estas esquinas, no puede evitar parar y comerse algún bocado?, de onces, de algo, de capricho, en una tarde fría…en fin, cualquier momento se hace propicio para saborearse al principal enemigo de cualquier dieta: el pan.

La parva más tradicional y conocida, aún por los paisas amantes de la arepa, como el pan de leche, el pan aliñado, el pandequeso o la almojábana; hasta productos como almojábanas rellenas de bocadillo llamadas “empanadas de cambray”; y “pan crema” horneado con crema de chantilly; bocados “importados” de otras regiones del país, donde nace el concepto de panaderías “macro” y donde el pan es el protagonista de la canasta familiar como en Bogotá, Bucaramanga, Popayán y Cali.

Este es el caso de Pan Dorado, una de las cadenas de panadería que se instauró en la ciudad de Medellín y que tiene origen caleño, así lo afirma José Daniel Giraldo, administrador de la sucursal de la calle 35 en Simón Bolivar, “es un negocio familiar, y vinimos a poner varios acá, con este llevamos 2 años y medio”. Su sede principal, según el registro de la Cámara de Comercio www.camaramed.org.co , es en Belén la Palma. Oscar Hurtado, administrador de este establecimiento, comenta que el local era inicialmente de los mismos dueños y que fueron vendiendo algunas sedes a otras personas: “montan el negocio, ven sí funciona y los venden organizado”, pero continúan en la misma línea y con igual marca, aunque independientes.

Así como una “colonia” caleña montó su negocio en la ciudad, los paisas no se podían quedar atrás adoptando el concepto y estilo. Exitortas, que se encuentra en la glorieta de la calle 30 con la 80 y cerca al Éxito de Laureles www.almacenesexito.com.co es un ejemplo. Don Gustavo Zuluaga asegura que todos los dueños se conocen, la mayoría son oriundos del municipio de Marinilla, “mi esposa es de allá”, “hemos ido montando el negocio acá en Medellín y en otras partes del país, incluso en Ecuador…somos diferentes administradores pero mantenemos la misma línea, los productos son muy similares y los locales son muy parecidos”.

“Huele delicioso cuando uno va de paso, aunque creo que nada reemplazará la arepa, la variedad de panes y pasteles es irresistible” opina Marta Lucia Mesa; “El pan fresco ya hace falta en el desayuno”, agrega Antonio Salazar, y Alejandro Rendón, nieto de Don Antonio dice que prefiere un croissant a una arepa. Todos ellos residentes de Belén La Palma y clientes de Pan Dorado.

Aquí donde la arepa “reina”, el “innovador” negocio de familiares, o conocidos, se multiplica cada vez más a modo de franquicias y encuentra un nuevo mercado y nuevos adeptos. El pan quiere establecerse como príncipe en tierra paisa.